viernes, 7 de diciembre de 2007

Sòcrates Critòn y Etica

Antes de tratar de aplicar una descripción a los factores más destacados para lograr una comprensión, sobre las condiciones que nos han llevado a la interpretación y entendimiento del diálogo estudiado, es necesario resaltar que en las sociedades civilizadas, el aspecto de la ética y la moral al igual que la religión son elementos fundamentales para comprender la organización y los factores de mayor importancia en el seno de dicha sociedad, que a su vez varían dependiendo del lugar y el momento histórico estudiado. La ética desde el punto de vista filosófico, significa costumbre es por ello, que se ha definido a la ética como la doctrina de las costumbres, que son a la vez los hábitos adquiridos por el hombre, por medio de los cuales se desarrollan de un modo peculiar todos sus actos a una parte de ellos, es decir, son parte de una episteme que rige la personalidad de un individuo inmerso en una determinada sociedad la cual decide los factores determinantes dentro de la misma. “El termino ethos, de donde viene el sustantivo castellano ética, lo emplea el filósofo griego Aristóteles, el primero en escribir tratados sistemáticos de ética, y lo utiliza tanto para designar la ética como la moral”.Elementos de la filosofía. J.D García Bacca.

En el aspecto de la moral, hay que resaltar que se asocia también al aspecto de la costumbre, pero esta cobra un grado de mayor importancia, por tener un significado más amplio que el de la ética, también hay destacar que la moral se opone a lo intelectual, por significar esto que corresponde al sentimiento; y no a la inteligencia o intelecto. Es de esta manera que razonar o todo lo relacionado al pensamiento es antiético. Hablar de estos dos factores que las sociedades poseen, es transportarse a su condición o las reglas creadas por ellos, que pasan a ser parte fundamental de quienes viven en ellas, convirtiéndose este es un factor resaltante en el diálogo estudiado el cual describe Aristocles, o mejor conocido como Platón, “El de las espaldas anchas “ cuando hace referencia a la conversación entre Sócrates y Critòn, cuando va a la cárcel a suplicar a Sócrates, la necesidad como su amigo de ayudar a este a escapar, donde se aprecia que el valor ético y moral pesa sobre las decisiones tomadas así estas atenten contra la vida misma.

En el diálogo entre estos dos griegos, se hace presente la comprensión y el modo de pensar de la sociedad griega para entonces, en primer lugar hay que resaltar la necesidad o el deseo de Sócrates como todo griego que desea dejar una huella o dejar de vivir moralmente lo cual lo llevará a la inmortalidad en su sociedad, como el mismo lo dijo antes de morir “vivir es estar mucho tiempo enfermo” él estaba arto de la vida; quería morir.

Al principio del diálogo, se expresa la intención anteriormente señalada, cuando Sócrates con la calma de todo aquel que no tiene ningún problema, expresa con sutileza “Sería cosa poco racional, Critòn, que un hombre, a mi edad, temiese a la muerte”, es el principio de la necesidad de morir, (además su edad es muy avanzada tomando en cuenta el anciano promedio), ¿No son acaso estas palabras citadas, las de un hombre cansado de la vida, y orgulloso de si mismo?, que intenta dejar a un lado cualquier idea contraria a la suya, para morir en defensa de sus ideales y respeto a las leyes santas e inviolables de su república. Es en el diálogo donde se comprende la sociedad griega en el aspecto moral y ético, donde las leyes son algo más que la familia o el padre, tomando el cuenta que esta sociedad para su contexto, era totalmente patriarcal y las leyes las aplicaban los hombres de cada oikia quienes formaban parte del genos, para representar la organización de una fratria.

Critòn Intenta convencer a Sócrates, para ir a otra ciudad y huir de la injusticia de la cual era victima, sin embargo, no era necesario huir y con pagar la fianza que se ofrecía bastaba para la libertad de este, pero Sócrates trata de eludir las propuestas de Critòn al decir: “Mi querido Critòn, tu solicitud es muy laudable, si es que concuerda con la justicia...” Es en este aspecto uno de tantos factores que resaltan en la necesidad de no escapar, y dejar a un lado esa idea tomando como base las leyes y el respeto a las mismas, las cuales lo vieron crecer y son sus valores éticos debe defender a cabalidad.

Sócrates ante las propuestas de su amigo, comienza ese juego de palabras del cual este era magnifico en el arte de la mayéutica, mediante preguntas va haciendo que Critòn cambie de parecer, convenciéndolo de lo que es verdad, lo que es bueno; lo que es malo, en cierto modo nada es bueno; ni malo, depende de que se convenza al oyente de lo que es o se cree que es, y toma cierta ventaja cuando Critòn ya convencido dice:“Soy de tu dictamen Sócrates “ y a partir de estas palabras, es donde Sócrates comienza una especie de conversación entre él y la justicia, que no es más que el mismo y la justicia a su modo de interpretación, dejando a un lado a Critòn y este toma el lugar de un simple oyente, que se dedica a escuchar como su amigo, lo hace ver como uno más del populacho, al cual convence de su ideal y de la convicción de lo injusto en el incumplimiento de la justicia.

La moral de un griego, es ese ideal de respeto a las leyes de su sociedad, y Sócrates como todo ciudadano de la polis debe acatarlas, y obedecer al dictamen de la república, así estas sean adversarias a su pensamiento y contra la voluntad del mismo. “Es preciso respetar la patria… si nos envía a la guerra para ser allí heridos o muertos, es preciso marchar allá porque allí esta el deber” es esto el respeto a las leyes, el respeto a la república y morir con un ideal de respeto a la misma, es lo que desea Sócrates, como todo griego de la época que busca ese momento que lo lleve al recuerdo, como aquel que muere por un ideal que lleva hasta su muerte, como un buen deportista o como un guerrero que da la vida en defensa de su patria. Entonces Sócrates con su habilidad logra su deseo de contradecir a Critòn y este queda convencido por Sócrates quien obtiene las respuestas que desea obligándolo a que cambie de parecer, y termine su amigo aceptando su verdad como cuando Sócrates dice: “No sigas, pues, los consejos de Critòn y sí los míos.

Hablar sobre este dialogo, es adentrarse en un aspecto algo contradictorio por la duda de la existencia de Sócrates, y por la narración de Platón, sobre una conversación la cual no escuchó, ni estuvo presente, expresa el deseo de la obediencia y respeto a las leyes creadas por ellos mismos, quizás respeto por no conocer otras; o por nacer dentro de ese contexto legal. Sin embargo, siendo cierto o no, todo este diálogo, alaba a la moral y la ética como en toda sociedad donde forman parte esencial la obediencia y el acatamiento de las normas dictadas sobre los dominados, por los dominadores, quienes deciden lo que es bueno, lo que conviene a ellos; lo que es malo, todo lo que es contrario a la mayoría ¿ Entonces no serán la moral y la ética elementos formados para estar al margen de un grupo social ? o ¿elementos necesarios para poder encajar en una organización? convirtiéndose estas en parte fundamental de los valores de cada ciudadano, dentro de ese paréntesis que rige a dicho grupo, y se debe vivir al margen del mismo; y ser contrario a el, es lo inmoral, que no es más que el deseo de no seguir acatando leyes en contra de su voluntad en el gran rebaño llamado sociedad.

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